Todas las personas se enfrentan a diferentes transiciones a lo largo de su vida. Ante cada cambio se suscitan nuevos desafíos en los que se ponen en juego diferentes variables. Cuando estos desafíos se presentan en condiciones adecuadas a las posibilidades personales, se sale enriquecido con un nuevo conjunto de aprendizajes (Woodhead y Moss, 2007).
Con el fin de promover buenas transiciones del jardín a la escuela primaria, es necesario tener en cuenta tanto el aprendizaje como el contexto sociocultural, el bienestar emocional y la comunicación (Fabián, 2013). Algunos de estos factores se relacionan con procesos internos que ocurren en el niño y otros se refieren a procesos externos en donde la familia y la escuela tienen que trabajar conjuntamente.
Desarrollo socioemocional: los sentimientos de confianza y seguridad, la capacidad adaptativa, la actitud hacia la escuela y el aprendizaje y las relaciones con los docentes y los pares.
Desarrollo cognitivo: los conocimientos y las habilidades sobre el nuevo entorno y sus códigos respectivos.
Una buena relación con el docente facilita esta transición y permite a los niños sentirse seguros frente a los cambios que enfrentan.
Teniendo en cuenta que los alumnos necesitan familiarizarse con un nuevo contexto, la escuela primaria, desde la institución, se planificarán propuestas que favorezcan este proceso, respetando el protocolo para cuidarnos entre todos.
La investigadora Hilary Fabian (2013) valora estas prácticas y sugiere que, además, se trabajen desde el Nivel Inicial habilidades sociales necesarias para hacerse de amigos, debido a la importancia que tiene para el aprendizaje saber establecer nuevos vínculos sociales.
¡A disfrutar de esta hermosa etapa!