Me gustó. Jesús es verdaderamente el Padre bueno, que no corrige a sus hijos con la severidad o amenzas. Les habla como lo hace un buen Padre que quiere el bien de sus hijos. Invita con amor a Bartolomé a que se acerque y compruebe la verdad del hecho. Y se lo compró para siempre, y tanto, que Dió su sangre por Jesús.
¡Cuánto bien hace la suavidad, la dulzura en las palaras. Fue una gran lección para todos los apóstles»Sed imitadores míos, como yo lo soy de mi Padre».
Me gustó. Jesús es verdaderamente el Padre bueno, que no corrige a sus hijos con la severidad o amenzas. Les habla como lo hace un buen Padre que quiere el bien de sus hijos. Invita con amor a Bartolomé a que se acerque y compruebe la verdad del hecho. Y se lo compró para siempre, y tanto, que Dió su sangre por Jesús.
¡Cuánto bien hace la suavidad, la dulzura en las palaras. Fue una gran lección para todos los apóstles»Sed imitadores míos, como yo lo soy de mi Padre».
Mil gracias Hermana Ma. Josefina por su apreciación! Dios la bendiga!